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‘Desde aquí, desde las rejas de esta realidad virtual que me inventaron y en la que de algún modo impotente me encerré, quiero compartirles mi historia. Voy a tratar de pensar muy bien las palabras que use. Porque desde que mi cabeza quedó cuadrada, solo me salen a borbotones las frases de la publicidad.Y a veces hasta con música. Probé todo lo que me proponían para ser un tipo canchero y ganador. Me vestí con los cargos de onda, me calcé las zapatillas de marca, tomé las gaseosas de la felicidad, baile y estudié en ese lugar en el que se te abren de par en par las puertas al éxito, y aun así algo no anduvo. Los últimos tiempos la cosa se puso espesa. Hablaba intermitente, a más velocidad. No podía escuchar nada porque tenía walkman incorporados en varias partes del cuerpo y adoptaba las voces del animé. Los tatuajes no dejaban lugar para las sensaciones de frío o de calor, ni siquiera cuando corría en la moto y la pesadilla de ver mi cara en todas partes, igual a todas, indiferenciada, me terminó de enfermar. Ahora estoy empezando a hablar de nuevo. De a poco, como cuando era chico. Lo único que me dejaron por empezar es un espejo y una hoja en blanco para que escriba lo que veo y lo que siento. Tengo que saber quién soy. Tengo que saber quién soy y para qué estoy aquí. Y para qué estoy aquí.’ Querido lector, no importa tanto si el testimonio que acabas de recibir es real, verosímil o inventado. Me importaría saber más bien qué sentiste al leerlo. Tu experiencia lectora es lo que está en juego. Porque leer es algo más que una habilidad suprema de nuestra inteligencia humana: • . leer es pensar y, por tanto, cada vez que lees estás construyendo tu libertad.
Sin embargo, el nuevo problema al que vos, yo y todos nos enfrentamos hoy es que las nuevas tecnologías
de la información y el mundo mediático cruzado por imágenes vertiginosas está cambiando nuestra forma de
leer. Tan bellas y atractivas imágenes al servicio de la seducción con que nos venden una vida mejor, nos
han vuelto analfabetos. Porque no estamos en condiciones de ‘leer’ estas nuevas ‘formas de
escritura’
cuyo poder al mismo tiempo nos relaja y nos disipa, degradando los niveles de atención.
¿Qué hacer para que el ejercicio más plenificante de la naturaleza humana, que es la vuelta a la propia
conciencia en el acto de pensar, continúe vivo en el medio de tanta vorágine?
La lectura crítica de medios es un desafío poco a poco asumido por los actores de la educación. Ya
no podemos crecer, cualquier sea la edad que tengamos, sin el auxilio de esta nueva comprensión del
mundo que nos rodea y ‘construye’ nuestra mirada a través de los medios de comunicación.
• Las imágenes de la t.v. las transmisiones de la computadora, las noticias en el diario, en la
radio y en las revistas, los cómic, los videojuegos, y hasta los textos de las canciones, requieren
otras modalidades de lectura.

para que nuestros niños y jóvenes, y, patéticamente, nosotros mismos, no acabemos como el protagonista del relato que precede esta comunicación. Sin identidad. Sin reflexión. Sometido a los deseos de otros. Mensajes en clave
Una de las tareas más interesantes en el intento por ser, y ayudar a ser, ‘lectores-
receptores’activos y autónomos, es comenzar a desentrañar los mensajes que recibimos
. Para esto
es necesario seleccionar algunos y tomarnos tiempo, detener el ritmo que amenaza nuestra capacidad de
comprensión. Entonces, proceder a un análisis demorado y exhaustivo de las partes. Si es una publicidad
impresa o televisiva, si es un texto, habrá que fragmentar el mensaje, ver qué transmiten las imágenes, cuál
es la relación que tienen con las palabras que las acompañan y, como auténticos detectives de una
espléndida aventura, llegar a decir con nuestras propias palabras qué nos quieren transmitir. Luego, por
supuesto, ver qué nos están vendiendo y cuáles son los argumentos textuales y gráficos que han puesto en
diálogo para lograrlo.
Apenas hayamos descifrado el mensaje ‘en clave’, conviene pensar a solas o en grupo qué valores
y propuestas vitales nos dirigen y cómo se conjugan con nuestros propios valores.

Usar, no ser usados
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• La discusión central en este asunto parecería estar orientada a quitarles a los medios su poder
manipulador, preservando la libertad de los individuos con los que interactúan, y aprovechando
su capacidad con toda la energía creadora de la que somos capaces, para que las nuevas
tecnologías estén realmente al servicio del hombre y no al revés.

¿Será posible o habrá que ‘apagar el televisor’? No pretendemos resolver esta cuestión en el presente trabajo, sino más bien abrir pistas a la reflexión en orden a trabajar con esfuerzo por la autonomía de las personas. Si bien es cierto que desde muy temprana edad la mayoría de los niños de la aldea global que es el mundo
contemporáneo reciben mensajes de violencia, individualismo, consumismo, sin intervención ni contención
adulta, también lo es que los medios facilitan el desarrollo del lenguaje y suscitan intereses
culturales estimulando la socialización
. Frente a esta realidad, y sin asumir posturas condenatorias
extremistas, cabe una nueva pregunta: ¿qué tipo de socialización queremos para nuestros hijos, para los
futuros ciudadanos del planeta? O mejor, ¿qué clase de sociedad anhelamos para ellos? Y entonces, ¿vamos
por buen camino?
‘Te presento a la nueva niñera’
El problema cala más hondo cuando las estadísticas confirman casi con estupor las horas que los niños y jóvenes pasan junto al televisor o a los video- juegos, mientras sus padres, y especialmente sus madres, trabajan. Calan hondo y nos ponen en contacto con un escenario más complejo que compromete al sistema socioeconómico y político en el que estamos inmersos.
De manera inconsciente, los personajes se convierten en modelos donde los niños proyectan sus
aspiraciones, y asumen sus comportamientos. ¿Se puede enseñar a los niños a discernir lo bueno y lo
conveniente y a elegir con qué divertirse? Creemos que sí y que claudicar a ese deber y a ese derecho sería
irremediable. El nuevo orden económico y político, la distribución de la propiedad de los medios y
el monopolio de los mensajes en manos de unos pocos países y unas pocas empresas plantean la
necesidad urgente de buscar nuevas propuestas para estudiar la realidad y las construcciones
que los medios hacen de esa realidad’
(Aparici, 1995).
• Una estrategia interesante sería trabajar desde la escuela y desde las instituciones educativas
en general con la misma materia de los medios de comunicación –con su capacidad narrativa y
con su poder de seducción– brindando al mismo tiempo a jóvenes y adultos por igual recursos de
análisis que les permitan aceptar o criticar y, sobre todo, reelaborar los mensajes adecuándolos a
sus valores y a sus intereses.

La comunicación en el banquillo
Parece haber llegado en esta exposición un instante crucial: habida cuenta de que los interrogantes, las sugerencias y la puesta en marcha de esta reflexión es todo lo que nos permite el espacio, no queda alternativa que abordar el asunto más delicado. • Los lectores críticos que deseamos, los receptores activos y autónomos, se forman básicamente
en la familia. Y la base de esa extraordinaria, espontánea y casi intuitiva formación está en la
calidad y naturaleza de comunicación que se desarrolla en el seno de la familia.

Allí donde se experimenta un diálogo abierto, franco pero respetuoso, atento y siempre veraz los
individuos ejercitan la mejor escuela
. Es en el hogar donde aprenden a descifrar las claves del mundo
exterior y donde reciben los principios y los valores rectores de una vida que va gradualmente entrando en
diálogo intenso, bondadoso o corrosivo con la vida de los demás. ¿Cómo va el diálogo en casa? ¿Qué
lenguaje se emplea? ¿Predominan los discursos de poder, de reproche, de queja o se ensayan palabras
constructivas, alentadoras? ¿Hay palabras que se acomodan para no luchar o que se mantienen agudas para
preservar la independencia y la libertad? ¿Hay palabras de reflexión o de capricho? ¿Hay palabras egoístas o
solidarias?
Sobre todo, la Palabra
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 Los cristianos, aun y especialmente en estas cuestiones ‘cotidianas’ tenemos un ‘plus’, y esto dicho sin ninguna soberbia. Y es que creemos que ‘la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros’ (Juan 1,14). • La Palabra de Dios se hizo uno de nosotros en Jesús para pronunciar con su vida el Amor que es
la clave de toda auténtica comunicación humana y el mayor de los Mensajes que la humanidad ha
recibido en su historia.

Por eso, los cristianos, frente a los desafíos de este nuevo mundo global, estamos llamados a escuchar la Palabra, que señala el camino de la fidelidad a la Verdad, que nos hace libres, el compromiso con la dignidad del hombre y la irrenunciable vocación de libertad a la que estamos llamados todos los hijos de Dios.

Source: http://www.accioncatolica.org.ar/wp-content/uploads/2010/11/Los-Medios-y-yo.pdf

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UNIVERSIDAD DE CHILE Centro Interdisciplinario de Estudios en Bioética Ética de la Investigación Biomédica y Psicosocial Estudio de Caso: “Evaluación piloto de dos (2) regímenes antirretrovirales en un entorno de escasos recursos” Sede: Instituto Tecnológico de Santo Domingo, República Dominicana Alumno: César Lara Álvarez ([email protected]) Coordinador Local

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